No hay muchos materiales audiovisuales de Severo Sarduy en internet, tampoco fue el hombre que se prestó más a los medios, aunque nunca los rehuyó. Sarduy era escritura pura, barroco y excelencia. Los que lo han leído, los inquietos que se han acercado a su figura y su obra bien lo saben. Buen ejemplo de su capacidad de seducir con su agudeza y su refinado verbo es esta entrevista que concedió a Soler Serrano, en ese archivo inagotable que es el programa A Fondo, por donde pasaron casi todos los que tenían algo interesante que decir.  No hay un solo minuto de los sesenta en los que se extiende la entrevista donde no diga algo interesante. Inagotable.