En 1998, cuando estaban a punto de cumplirse los treinta años del fallecimiento de Witold Gombrowicz en Vence, cerca de Niza, Alberto Yaccelini decide hurgar en los veinticuatro años que pasó el escritor polaco en Buenos Aires. La historia es conocida: en 1939 viaja a Argentina como invitado dentro de una delegación de escritores polacos. Durante su viaje las tropas nazis invaden Polonia y Gombrowicz, que no sabe una palabra de castellano, decide quedarse en la capital argentina antes que regresar a Europa. Su estancia porteña se extenderá a lo largo de 24 años. Allí, contando con la ayuda de sus amigos de la confitería Rex, traducirá la única novela que había escrito hasta entonces: Ferdydurke. Ellos no sabían polaco y él apenas chapurreaba español, pero pese a ello Gombrowicz terminó convertido en un «escritor argentino» y, a juicio de Ricardo Piglia, en uno de los mayores. Por este documental desfilan algunos de esos amigos y otros grandes escritores como Del Masetto y el maestro Saer. Además, su francés es muy sencillo, así que no es especialmente complicado verlo. Disfrútenlo
exactamente un individuo,
por Rubén J. Triguero
nueva columna de Martín Cerda
adelanto del nuevo libro de
Javier Payeras
Antología de cosas pasajeras
por Javier Payeras
de Henry David Thoreau,
leído por Rubén J. Triguero