La pandemia del COVID-19 nos ha privado de muchas cosas, entre otras de la visita que tenía previsto hacer José Emilio Burucúa, uno de los intelectuales más sugestivos que existen hoy, al Museo Reina Sofía para dictar una conferencia, extrañamente premonitoria en su título aunque poco tiene que ver en sí con la situación que estamos viviendo. Burucúa repasa una serie de obras artísticas que han pretendido jugar a representar la esperanza o dialogar con su concepto. Algo tan inasible como presente en cada uno de nosotros.

Es más que probable que, con la excusa de dicho viaje, hubiera hablado también de los dos libros imprescindibles que publicó el año pasado. Uno la nueva edición, ampliada, de Enciclopedia B-S (Editorial Periférica), donde escoge la historia de su familia como excusa desde la que trazar todo un fresco del pasado siglo. Un libro inagotable. No menos enjundioso es su Historia natural y mítica de los elefantes, escrito junto a N. Kwiatkowski (Ediciones Ampersand), donde repasa la presencia de estos animales en la cultura occidental.

 

 

Burucúa, desde su casa en Buenos Aires, dicta una curiosa conferencia, donde la cercanía de su presencia lo hace acaso un poco más humano, pese a su apabullante cultura y, al mismo tiempo, nos permite transitar por una serie insospechada, y siempre seductora, de piezas artísticas de su mano.

La filiación de Burucúa con la dinámica de trabajo inaugurada por Aby Warburg se hace patente en esta espectacular charla, donde va trazando una historia de la esperanza en unos momentos en los que tan necesitados estamos de no perderla de vista. Pareciera decirnos que nos aferremos a esos objetos hermosos, a la belleza creada por el hombre, para no terminar de hundirnos ante el espectáculo del presente. Acá les dejamos la conferencia y esperamos que les resulte tan grata e iluminadora como nos ha parecido a nosotros.