Los lectores de Sergio Bizzio seguramente recordarán el poema que el protagonista de su novela Borgenstein va citando de modo fragmentario a lo largo de la misma. Invitado a participar en penúltiMa, Bizzio decidió recuperar ese poema, que es, y no es. un inédito, pero que hasta hoy no había podido leerse así, como poema independiente y enajenado de la ficción que lo albergaba.
CÓCTEL
Nada justifica que yo corte esta línea en dos, pero
fui a sentarme y se me vino encima el sillón.
“¿Pensarán que soy surrealista?”, me dije.
En ese momento decenas de poetas
intercambiaban sus muertes, sus cisnes, sus mercados
(¿qué más se puede hacer
cuando se escribe mal?). Resbalé todavía
unas cuantas veces más
tratando de levantarme, siempre sin gracia,
mientras unos relámpagos firmaban
el cielo en el jardín.
¡Qué vergüenza!
“Salir y que haya afuera, salir y que haya afuera”,
no pensaba en otra cosa.
Una mujer (con los ojos ilustrados por la tormenta)
lanzó un brazo sobre mis hombros como un boomerang
y me preguntó si estaba bien.
Me dejé llevar. La lluvia, fina,
nos cubrió en el primer escalón.
A mitad de trayecto un grillo saltó sobre mi cara:
“¡Tenés que creerme, yo también soy de allá!”.
Chocamos -al pasar- con el dedo extendido
de una estatua, rompiéndolo.
Ya en su auto, un auto pálido, impecable,
los seguros se activaron.
“Discutamos, mi amor,
ahora que ya no somos libres,
ahora que ya no hay nada que decir”.
Entonces (recién entonces) reaccioné.
Seguía en el suelo.
(¡Ah, qué modo éste, qué maneras
las del presente sin el ruido de lo actual!)
“El piso de esta sala debió ser locamente lustrado
para que un sillón se comporte así”.

Sergio Bizzio (Villa Ramallo, 1956) es uno de los autores más importantes de la literatura argentina actual. Ha tocado casi todos los géneros, poesía, relato, novela, teatro o guión, tanto en solitario como en coautoría, y no se ha ceñido a la escritura sino que ha incursionado en el cine o la música. Esa vocación inquieta, con una actitud perennemente punk, lo ha convertido en un referente para los creadores más iconoclastas. Entre su producción, extensísima, pueden destacarse novelas como Rabia, Era el cielo, Realidad o la más reciente Mi vida en Huel.
exactamente un individuo,
por Rubén J. Triguero
nueva columna de Martín Cerda
adelanto del nuevo libro de
Javier Payeras
Antología de cosas pasajeras
por Javier Payeras
de Henry David Thoreau,
leído por Rubén J. Triguero