No hay que explicarle a nadie lo fabulosa que es una novela como Zama, de Antonio Di Benedetto, y lo que supuso la noticia de que Lucrecia Martel, una de las cineastas más inquietas y sugestivas del cine contemporáneo, se iba a encargar de adaptarla al celuloide. La experiencia es por momentos apabullante, en otros inquietante, a ratos extravagante y siempre original. El otro día, de casualidad, mientras rastreábamos la web buscando vídeos interesantes que compartir con nuestros lectores, dimos con la película, subida íntegra a internet. Mientras siga ahí la compartimos para que puedan acercarse a ella los que aún no la han disfrutado. Ni qué decir tiene que si la productora, directora o cualquier otro responsable de la misma nos pide que borremos el enlace, ya que no está alojada en nuestro servidor, ni la hemos subido nosotros, y ni siquiera la cuenta donde está alojada es nuestra y no obtenemos dinero alguno por enlazarla (como se observará esta es una web sin publicidad, esto es meramente difusión cultural), lo dicho, que si nos lo piden nosotros lo borramos, obvio, no hay más que decirlo. Pero no deja de ser un placer enorme poder avivar el interés por una película tan excelsa.
exactamente un individuo,
por Rubén J. Triguero
nueva columna de Martín Cerda
adelanto del nuevo libro de
Javier Payeras
Antología de cosas pasajeras
por Javier Payeras
de Henry David Thoreau,
leído por Rubén J. Triguero