Brindamos aquí a los siempre inquietos seguidores de la revista la posibilidad de ver el cortometraje documental de 1963, cargado de un profundo lirismo y belleza, que realizó la poeta y realizadora Forugh Farrojzad al visitar la leprosería iraní de Tabriz y que, para algunos, es la más bella película iraní de todos los tiempos. Desde luego, sus huellas en el cine de monstruos como Kiarostami es evidente.
Los buenos aficionados a la poesía conocen perfectamente la figura de Forugh Farrojzad, una de las poetas excepcionales que dio la poesía persa, que acercó al pueblo impregnándola de giros y expresiones populares frente al anquilosamiento elitista y arcaico en el que la encontró, como puede verse en su fundamental Tavallodi Digar (En otro amanecer) o en su póstumo Tengamos fe en la estación del frío, todos recogidos en Eterno anochecer, publicado en castellano por Gallo Nero. Tampoco es una desconocida para el feminismo, que ha encontrado en su trágica peripecia biográfica un ejemplo perfecto de los modo en que el patriarcado y el fundamentalismo religioso oprime la vida de tantas mujeres a lo largo y ancho del globo, algo que nunca puede ser olvidado ni soslayado cuando hablamos de la vida de esta artista, que sufrió en vida más allá de lo soportable . Y posiblemente para los cinéfilos sea algo más que una nota al pie de página, ya que Abbas Kiarostami usó uno de sus poemas como fuente no ya del título de su película, El viento nos llevará, sino incluso para estructurarla.
El poema, tal y como suena en la versión castellana, es este:
En mi noche, desgraciadamente tan breve,
El viento está a punto de conocer a las hojas
Mi noche es tan breve que está llena de una angustia
Devastadora
¡Escucha! ¿no oyes el susurro de las sombras?
Esta felicidad también me es ajena
Estoy acostumbrado a la desesperación
¡Escucha! ¿no oyes el susurro de las sombras?
Ahí, en la noche, sucede algo
La luna está roja y ansiosa y se agarra a este tejado que está a punto de derrumbarse
Las nubes, como un grupo de plañideras,
Esperan el nacimiento de la lluvia
Un segundo y luego absolutamente nada
Detrás de esta ventana,
La noche tiembla
Y hasta la tierra se detiene
Detrás de esta ventana
Un extraño se preocupa por ti y por mí.
Tu, entre el follaje
Posas tus manos, esas memorias ardientes,
Sobre mis amantes manos
Y entregas tus labios repletos de calor de la vida
Al tacto de mis amantes manos
¡El viento nos llevará!
¡El viento nos llevará!
Afortunadamente, si bien no podemos disfrutar de la presencia de la artista, sí podemos disfrutar de su obra. Y es por eso que compartimos aquí esta película mítica que Rodrigo Rodríguez ha tenido el detalle de subir a la web de modo público para disfrute de todos los amantes de la belleza.
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