Para completar este «dístico gombrowicziano», compartimos hoy la que acaso sea la película más importante que se le ha dedicado en Argentina. se trata del mítico documental que en 1986 le dedicó Fischerman, revisitando a buena parte de los que fueron sus amigos y discípulos y muchos de los escenarios de su vida porteña.
Como no podía ser de otro modo tratándose de Gombrowicz, el documental compartido ayer impone una narración en francés que el espectador debe traducir, este tiene un pequeño problema en la sincronización del sonido que le otorga una especial extrañeza. Pero, qué quieren, si ustedes son lectores de Gombrowicz no es ya que estén hechos a estas cosas, sino que las aprecian. Disfrútenlo.
exactamente un individuo,
por Rubén J. Triguero
nueva columna de Martín Cerda
adelanto del nuevo libro de
Javier Payeras
Antología de cosas pasajeras
por Javier Payeras
de Henry David Thoreau,
leído por Rubén J. Triguero