La amistad de Handke y Wenders se remonta a la juventud de ambos, cuando el escritor comenzaba a despuntar como dramaturgo polémico y el realizador terminaba sus estudios y era detenido en manifestaciones. Desde aquellos años han mantenido su complicidad y han colaborado de modo más o menos frecuente.

Hace poco tiempo Wenders adaptó Los hermosos días de Aranjuez, donde aparece el propio Handke interpretado por Reda Kateb, y que está considerada una de las peores películas de la irregular filmografía de Wenders, un director que parece no tenerle miedo ni al riesgo ni al ridículo. No deja de resultar una curiosidad que esta adaptación de la pieza teatral de Handke fuera la primera película rodada en 3D de Wenders.
Pero antes, mucho antes, conviene recordar que Handke fue coguionista de dos de las más célebres, y aclamadas, películas de Wenders: El cielo sobre Berlín y Hasta el fin del mundo, aunque la colaboración en esta última no aparece acreditada muchas veces.
E, incluso, mucho antes, se trata de su segundo largometraje, adaptó la primera novela exitosa de Handke: Die Angst des Tormanns beim Elfmeter. Diversas circunstancias relacionadas con las licencias para el uso de la música de juke-box que aparece en las escenas de la película, otra del obsesiones del premio Nobel que, como es sabido, escribió un Ensayo sobre el juke-box donde cuenta cómo perseguía la existencia de esas máquinas en los bares de la provincia española, hizo que esta cinta apenas circulase durante muchos años. En 2014 se escaneó digitalmente la película y se intentó solventar los problemas de licencias. Algunos quedaron finalmente saldados y en otros casos hubo que regrabar los temas con nuevos músicos intentando imitar el grano de los discos de la época. Todo esto puede dar una muestra de las neurosis de un realizador o servir como marco idóneo para repensar qué es el cine y lo que busca un creador en él independientemente de lo que el espectador sea capaz de ver o no.
En todo caso, aquí dejamos la película, en alemán subtitulada al castellano, para los que no tienen miedo a experimentar un cine y una literatura creador en una época con mucho menos miedo a lo políticamente correcto o sujeto a las convenciones estéticas que impone el mercado. Una joya, vamos.

La imagen que sirve como ilustración de la entrada es una foto del rodaje de Los hermosos días de Aranjuez donde aparecen escritor, realizador y actor protagonista, realizada por Donata Wenders.