La aparición anual de Aldo Vicencio en nuestra revista se está compartiendo ya en una saludable tradición, las tradiciones son anuales, las costumbres abarcan periodos más cortos, como semanas o meses, y además nos gusta mucho el modo en que él mismo presenta sus investigaciones líricas, por eso copiamos lo que nos dice al respecto de este nuevo poema suyo que comparte con los lectores inquietos de penúltiMa: «En esta ocasión envío el poema (digresión de la experiencia). Parte de un escrito de mayor aliento, éste poema es un pequeño juego de los registros y temas que abordo en mi trabajo actual. Particularmente intento sintetizar la cuestión del “ser descreado”, la impersonalización del sujeto consciente en el horizonte del mundo y el Universo. Tal vez esté tratando de construir una mística agnóstica, o irreligiosa si se prefiere. A consideración de algunas amistades, estoy incursionando en temas más filosóficos a través de una escritura más directa y no tan simbólica (simbólica en el entendido de Mallarmé). Sin embargo, como es inevitable, suelo discrepar de estas consideraciones, y yo mismo contemplo estos últimos escritos como ejercicios jocosos que pretenden ser “el drama de la forma”. Y es que en el fondo, esa “descreación del ser” es para mí un co-relato, o un detonante de la plasticidad del lenguaje en la poesía.» Ahora les dejamos que disfruten y juzguen por ustedes mismos, queridos, y nunca suficientemente ponderados, lectores.
( digresión de la experiencia )
[1] en el recorrido del mundo, basamos nuestra presencia en la profundidad del
e s p a c i o
pero esto solo es un reflejo,
la cordura mal habida de lo sintiente ante la posibilidad
una y mil veces estamos perteneciendo al césped recién podado
como materia
como creencia
como imaginación
de nuevo, bajo las sombras de la claridad:
la coordinación entrecruzada, su organicidad germinante
más allá, solo está el más allá
aquí estoy, repuesto de la imaginación, aquí, languidecido
(el río de oro que baña una pared capilar me secunda)
con la boca abierta re-conozco lo limítrofe de los otros
una almohada muerde mi vientre:
n e b u l a r g r i t o
Aldo Vicencio (Ciudad de México, 1991). Poeta y ensayista, estudió la Licenciatura en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Fundador del colectivo Naufragio. Es autor de Piel Quemada: Vicisitudes de lo Sensible (Casa Editorial Abismos, 2017), el videolibro Anatolle. Danza fractal (El Ojo Ediciones, 2018) y Púlsar (Ediciones Camelot América, 2019). Su obra ha sido publicada en diversas revistas literarias iberoamericanas como Punto en Línea de la UNAM y Tierra Adentro (México); Digo.Palabra.txt (Venezuela), Revista Antagónica (Costa Rica); Enfermaria 6 (Portugal), La Ubre Amarga (Bolivia); Buenos Aires Poetry (Argentina), Santa Rabia Poetry y Kametsa (Perú); Una verdad sin alfabeto (El Salvador); Cinosargo (Chile), Low-Fi Ardentía (Puerto Rico), Oculta Lit y penúltiMa (España), entre otras. Ha sido incluido en las antologías Nueva Poesía y Narrativa Hispanoamericana (Lord Byron Ediciones, 2016), Nido de Poesía (LibrObjeto Editorial, 2018) y Luces tras la cortina (Ediciones Kametsa, 2022). Ha participado en diferentes festivales y coloquios sobre poesía y literatura.
Polisílabos es un espacio dedicado a compartir la mejor poesía que se está escribiendo hoy en castellano y, siempre que sea posible, inédita.
La imagen que ilustra el poema es obra de la fotógrafa Anamaria Chediak.
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