En un momento dado dentro de este documental que la televisión chilena TVN dedicó a Pedro Lemebel, una de sus mejores amigas, Carmen Soria dice que en su funeral se hicieron presentes «batallones de amor». Creo que es complicado encontrar una definición mejor de la obra de Lemebel. Reducirlo a su orientación sexual y su lucha por la visibilización es menospreciar su obra, obviar su condición es un ejercicio cuestionable. Lemebel fue todo a la vez y se entregó en cada momento, como deja bien claro este estupendo homenaje, que mueve al llanto y remueve a quien lo ve. Por eso resultaba imposible no compartirlo con los lectores de penúltiMa. Disfrútenlo y lean, por favor, lean y nunca olviden a Lemebel.
exactamente un individuo,
por Rubén J. Triguero
nueva columna de Martín Cerda
adelanto del nuevo libro de
Javier Payeras
Antología de cosas pasajeras
por Javier Payeras
de Henry David Thoreau,
leído por Rubén J. Triguero