José Eduardo Tornay publicó el año pasado una de esas novelas que solo la injusticia y la falta de curiosidad lectora de la crítica y la prensa -y todos sabemos que es ese para ellos mínimo detalle el que los condena, que todos sabemos qué van a leer y lo que van a opinar sobre ello sin necesidad de leer sus aburridas reseñas-,  puede explicar que no haya tenido más eco. Divertida, hilarante, especulativa, no deja títere con cabeza en su retrato de la sociedad española y sus preferencias, por ejemplo eso que se dio en llamar Nueva narrativa española o las novelas de la transición, que se han quedado tan avejentadas e inservibles que lo único que puede hacerse con ellas es una parodia burlesca como la que construye Tornay en sus Vacaciones en familia. No se pierdan esta conversación con él acerca de su obra y su perspectiva vital, no tiene desperdicio.