Incluido dentro de una serie de ejercicios hiperbreves inéditos donde Natale explora diversas posibilidades estéticas, este texto pone en primer plano las tensiones de la escritura y la corrección, que aún permanecen en un segundo plano para muchos lectores.
Se puede decir que tiene tengo una doble vida. Programo música en una radio de la ciudad desde hace muchos años. Alguna vez pensé que era el mejor trabajo: ¿qué más podía pedir? Es un trabajo que hacen pocos y que determina lo que escuchan les llega a muchos. Soy como un fantasma musical y, a la vez, una máquina. Estoy juntado con una chica María, nuestro hijo se llama Ismael y pronto llega el tercero segundo. Desde que la conocí empecé a elegir un bloque entre las 1 y las 2 de la mañana y ponía canciones románticas de amor. Por tradición costumbre seguí haciéndolo, pero hace meses tiempo empecé a poner canciones que hablaban de parejas rotas, de infidelidades. Es que un día un tipo llamó a la radio y contó que salía con otra mujer, a escondidas. Y luego el programador de la tarde me contó que guardaba parte de su plata en una cuenta secreta, porque tenía pensado irse por si quería dejar todo alguna vez. Y pensé en María: ¿si estaba teniendo ella un amante o si pensaba en irse? Cuando volvía tipo dos de la mañana la despertaba y le preguntaba de las canciones, pero ella suspiraba y seguía durmiendo: ella era como una canción instrumental, yo como un aparato cada vez más viejo. Cada día llego más tarde a casa, total, ella duerme. Voy a las escaleras del zoológico y escucho al león rugir. Voy a los hospitales y huelo ese olor nauseabundo y escucho la respiración entrecortada de los desesperados. Después me meto en un bosque que hay a la salida de la ciudad. Vuelvo siempre antes de que amanezca. Me apoyo contra la panza, contra el bebé. Se puede decir que tengo una doble vida.
Mañana será un día perfecto, siempre.

Nacido en la ruta interestatal Córdoba-Rosario en la década de los ochenta, Pablo Natale es autor de Un oso polar (Recovecos, 2008), Vida en Común (Editorial Nudista, 2011) y la nouvelle Los Centeno (Editorial Nudista, 2013); y de los libros para niños Berenice y las ocho historias del pálido fantasma (Cuenta Conmigo, 2012) y Cuatro Cosmo Cuentos (La Sofía Cartonera, 2012). En la actualidad coordina talleres de escritura, colabora en suplementos culturales y es integrante de la banda argentina Bosques de Groenlandia.
Poe y compañía es la sección dedicada a la ficción en penúltiMa. Por necesidad un relato colgado en la web no debe ser muy largo, y eso nos recuerda a la unidad de impresión de la que habló el iniciador del cuento literario moderno. No nos parece mala cofradía para unirse a ella.
Personae es la sección que habla, como su nombre indica, de las máscaras, tanto las ajenas como la propia, porque todo texto autobiográfico está preñado de ficción y todos los textos ficcionales han brotado de las semillas de nuestra experiencia. Muchas veces la mejor máscara es la del rostro propio.
La fotografía es de Ryan Gauvin, cuyo trabajo puede disfrutarse en su web: https://ryangauvin.com/
exactamente un individuo,
por Rubén J. Triguero
nueva columna de Martín Cerda
adelanto del nuevo libro de
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Antología de cosas pasajeras
por Javier Payeras
de Henry David Thoreau,
leído por Rubén J. Triguero